viernes, 9 de noviembre de 2012

Podría pasarle a cualquiera



Advertencia: el contenido del post es una gilipollez salida de una mente enferma, absténganse personas sensibles o moralmente correctas.

A continuación expondré uno de esos ejemplos hipotéticos perfectos para preguntar a tus amigos y hacerles reflexionar sobre tonterías que nunca llegarán a pasar. Es una estupidez, pero al menos será más original que el típico “¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta?”

El caso es el siguiente: Tu pareja, en un único desliz que, según asegura, “no se volverá a repetir”, queda contagiada con el virus del SIDA. En un arrebato de sinceridad, culpa y abatimiento moral decide confesártelo para hacer más llevadera su carga, y te suplica su perdón. Te cuenta que la infidelidad se produjo una noche de borrachera, con una prostituta a la que le invitó un amigo... lo típico, vaya. La cuestión es, ¿Le perdonarías?

No, porque...

  1. Es un hijo de puta.
  2. Tiene Sida.
  3. Es un hijo de puta.

O Sí porque...

  1. Es un hijo de puta, pero sincero.
  2. Tiene Sida.

Hagan sus elecciones y argumenten o, mejor aún, ¡a probarlo en la vida real, a ver que pasa!

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